Como anfitrión de la cumbre del G20 en 2022, se espera que Indonesia acelere su impulso de descarbonización. Un cambio rápido hacia la energía renovable, una mayor transparencia y compromisos climáticos, y una transición justa y sostenible lejos del carbón pueden llevar a Indonesia hacia cero emisiones netas, creando oportunidades de inversión sustanciales, principalmente en el suministro de electricidad con bajas emisiones de carbono y las ventas de vehículos de nueva energía. Este último ayudará a Indonesia a lograr su objetivo de convertirse en un centro mundial de fabricación de baterías. Sin embargo, Indonesia necesitará movilizar cantidades significativas de capital realizando algunas reformas regulatorias y de mercado, iniciando inversiones iniciales en recursos bajos en carbono y eventualmente coordinando recursos públicos y privados.